Después de un proceso que duró varios años, con la emisión de la Ley Nº1567, el Estado Plurinacional de Bolivia finalmente completó el procedimiento de adhesión al Mercado Común del Sur – Mercosur, por lo que ya es oficialmente miembro pleno de este proceso de integración entre estados, junto con Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Son además miembros asociados Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam. Y es miembro pleno, pero actualmente suspendido, Venezuela.

A partir de esta adhesión inicia un periodo de cuatro años en el cual Bolivia deberá completar paulatinamente la adopción de la normativa del Mercosur.

Un proceso de integración como el Mercosur es sin duda una puerta de oportunidades para los ciudadanos de los países integrados. Para Bolivia particularmente, que es el nuevo miembro, se identifican las potencialidades:

Sistema de Pago en Monedas Locales (SML)

El ingreso de Bolivia al Mercosur implica el acceso directo al Sistema de Pagos en Monedas Locales (SML) aprobado por la Decisión Nº25/2007. El SML es un mecanismo que permite realizar operaciones comerciales, cobros y pagos, en las monedas locales de los países que integran el Mercosur, logrando de esta manera un costo menor en las transacciones y una reducción en la dependencia de monedas más fuertes como el dólar.

Según información del Banco Central de la República Argentina (BCRA), el SML se encuentra integrado a los sistemas de pagos transfronterizos, es optativo y complementario. Asimismo, se indica que la tasa de cambio utilizada para liquidar las operaciones del SML es representativa del mercado mayorista en los dos países y es un promedio comprador-vendedor.

Para que este sistema sea implementado aun resta la suscripción de convenios bilaterales y aprobación de reglamentos operativos, sea del Banco Central de Bolivia con los demás bancos centrales de los países miembros del Mercosur.

Si bien, de momento no estará operativo, el SML es una de las principales oportunidades a las que accede Bolivia con su ingreso al Mercosur, considerando la aguda escasez de dólares estadounidenses que se suscita de momento en el país; el SML, complementado con el resto de las medidas comerciales y económicas del Mercosur, puede ser una ventana para paliar la crisis económica producida justamente por la escasez de divisas y por las dificultades con los pagos internacionales.

Asuntos comerciales y económicos

Si bien el comercio de Bolivia con los países del Mercosur se encuentra abierto desde hace muchos años producto de un programa de liberación comercial que tuvo vigencia desde el año 1997, no es menos cierto que el proceso de integración abrirá nuevas puertas y otorgará facilidades a los comerciantes a medida que se dé la armonización normativa en materia arancelaria y aduanera, así como con respecto a demás políticas cruciales para el flujo comercial, asimismo se prevé la liberalización del comercio de servicios.

Cabe señalar que esta apertura comercial es naturalmente recíproca, por lo que a su vez implica un desafío y un riesgo para Bolivia, pues se deberá procurar que la balanza comercial se encuentre más equilibrada, de lo contrario esta adhesión implicará únicamente el aprovechamiento del mercado boliviano por parte de los demás países, como viene ocurriendo últimamente. En este sentido, los productos y servicios deben incorporar las tecnologías de vanguardia que permitan darle competitividad a nuestro mercado.

La participación de Bolivia con derecho a voto en el bloque del Mercosur será también un elemento que repercutirá en que las políticas, normas y acuerdos de índole comercial y económica sean también de beneficio para el país.

Asuntos diplomáticos y sociales

A otra esfera como es la diplomática, Bolivia tendrá una relación más cercana con los países miembros del Mercosur que además son vecinos, lo cual permitirá desarrollar agendas y acuerdos de beneficios mutuos.

A nivel social, cabe indicar que los ciudadanos bolivianos pasarán a ser también ciudadanos del Mercosur lo cual tendrá implicancias a nivel migratorio, con la reducción de requisitos para las residencias temporales y permanentes, además del derecho a la libre circulación en el territorio integrado; en el área de salud y educación, a través de un trato igualitario en las distintas jurisdicciones; y, en materia laboral, con facilidades para incorporarse al mundo laboral con los respectivos beneficios sociales aplicables.

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